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Correo en la papelera de mi esposa, Carolina Vega

  • laballenaliterata
  • 12 jul 2022
  • 3 Min. de lectura

Sé que no te gusta hablar de esto porque crees que estoy confundida y sólo necesito seguirlo intentando. Pero, mamá, ya tengo veintiocho años. A mi edad ya debería saber lo que me gusta. Siempre dices que algún día llegará el indicado o la indicada, ¿y cuándo es eso? Siento que llevo mucho tiempo alimentando al reloj. Y sí, sí tengo libido e igual a otros me puedo enamorar o pensar que alguien es atractivo, mas no de esa forma. No me veo participando en algo sexual. Quizá algún día quiera tener hijos y todo eso, pero para mí es difícil mantener una relación incluso con alguien que insiste en besarme.

Te confieso que sí intenté experimentar sólo por presión y al final decidí no obligarme a hacer algo que no quiero. Sé que no todos somos así. Puedo decir con seguridad que algunos de mis amigos no son vírgenes, pero sí la mayoría, porque simplemente hemos decidido darle más importancia a otras cosas. El sexo no lo es todo en la vida. Hay otras miles de actividades que prefiero hacer y nada de eso debería afectar tu forma de verme. Sólo pido que me entiendas. Además, se supone que formamos parte de la comunidad LGBTIQ, pero he ido a sus eventos y siento que son demasiado sexuales. ¿Qué pasa con quienes no somos así? Creo que sería algo incómodo para mí asistir de nuevo el próximo año. Al menos yo soy más tranquila y por eso mismo, ahora formo parte de un grupo ACE, y es justo eso a lo que quería llegar.

Se supone que eres mi madre y que me apoyas en todo, pero en los últimos años, por lo mismo de no habernos visto por la pandemia, he notado que me escribes menos. Podré ser asexual pero aún tengo sentimientos. Por eso espero que podamos hablar más seguido y te pueda contar mis aventuras aquí en Canadá. Siento que te estás perdiendo de mucho por no querer responderme. He conocido muchas personas como yo y ahora tengo más amigos. Hace un año terminé mi maestría y tengo un nuevo gato llamado Michu. No sé si recuerdas que tenía otro llamado Pelusa. Ese se perdió hace una semana y me he pasado la tarde pegando carteles para encontrarlo. Quizá luego podamos platicar en persona y ponernos al día.

Realmente es triste para mí que hayas dejado de hablarme por mi orientación sexual, pero quiero que sepas que no estoy molesta contigo ni con papá, y que si alguna vez quieres volver a verme, estaré encantada de invitarte una taza de café. Te quiere, tu hija Melissa.


SOBRE LA AUTORA

Mazatlán, Sinaloa. 09 de Noviembre de 2000.

Carolina Vega Avscabma es estudiante en el Instituto Tecnológico Superior de Sinaloa en la

carrera de Animación, Producción y Arte Digital. Ha formado parte del círculo de lectura y redacción La Colmena, Café Literario del ISIC, y ha publicado en revistas como la Alcantarilla y Poetómanos, así como en No somos islas: Antología Covid-19 y en la revista virtual Retama Cultural. Actualmente también forma parte del comité editorial de la revista en formación Amarantine y ofrece un taller de dibujo y cuento fantástico para niños en el Museo de Arte de Mazatlán, donde ha participado en eventos como las Voces del Puerto V, primer festival independiente de literatura en su municipio.



 
 
 

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