Esto no es Berlín: el ardor de la juventud y la contracultura.

Sergio H. García

Él era joven. Tan malditamente joven. Completamente maldito. Borracho con la Sangre de muñecos bebés. Potencia, risa enloquecida, corriendo codo a codo con su visión y su demonio Oraciones a Arthur Rimbaud Patti Smith

La contracultura puede definirse como los valores, tendencias y formas sociales opuestas a las establecidas en una sociedad, esto en Esto no es Berlín es llevado de la mejor forma posible al cine. Hari Sama, siendo un lúcido director que en su haber tiene cinco producciones bastante bien logradas (Sin ton ni Sonia, Así del precipicio, El sueño de Lú, Despertar el polvo, Sunka Raku, y Esto no es Berlín), siendo Esto no es Berlín su producción más premiada. Dentro de esta producción podemos ver a una sociedad mexicana dolida por el sismo de 1986, molesta por el mundial de ese mismo año y aun herida por un 1968 no tan lejano, y sin embargo, siendo aún una sociedad feliz por la situación, preocupada por el estatus social y que rechaza a las personas que parecen ser distintas.

Carlos (Xabiani Ponce de León) es un estudiante de preparatoria con unas habilidades sobresalientes en la ingeniería que se mete en problemas con sus amigos, como lo haría cualquier estudiante de preparatoria. El mundial está trascurriendo en ese mismo momento y el fulgor futbolero está a flor de piel. A pesar de esto, Carlos no está emocionado por el futbol; se siente más cercano a la música y sus obras robóticas, al igual que su mejor amigo Gera (José Antonio Toledano) con quien pasa aventuras y rompen las reglas en la Lomas Verdes, de la Ciudad de México de 1986. La familia de Carlos y Gera son bastante típicas, aunque con sus perturbaciones mentales bastante bien disfrazadas: por un lado, la mamá de Carlos con una posible depresión severa que la hace tener que tomar pastillas para estar dormida la mayor parte del tiempo y por el otro lado los papás de Gera ultra-conservadores que si bien no es una enfermedad mental, debería de serlo. A parte de ellos, cada uno tiene un personaje de apoyo o de guía dentro del mundo; una especie de Sensei o Gurú de las malas costumbres, o la mera y neta contracultura. Del lado de Carlos está el tío Esteban (Hari Sama), un hippie en la mayor extensión de la palabra, lleno de vida, blues, motos y un gran amor hacia su familia y especialmente a Carlos. Es interesante que Hari Sama interprete este personaje, el director ha dicho en varias entrevistas que esta película tiene algo de autobiográfica, que el personaje de Carlos es más parecido a él de lo que le gustaría admitir. Entonces, que Hari Sama, interprete el papel del guía de Carlos que es el personaje que más se parece a él es como que Hari Sama se guía a sí mismo, como si en algún punto de la mediana edad de Hari se hubiese inventado una máquina del tiempo y él hubiese vuelto a decirse a sí mismo «Hey, en el amor se gana más veces de las que se pierde». El tío Esteban podría, ser cualquier día, un gran poeta beat. Por el lado de Gera, está su hermana Rita (Ximena Romo) que además de ser el interés amoroso inconfesable de Carlos, es cantante de un grupo de Synth-pop y pertenece a un grupo de personas y artistas undergroup definidos por la música post-punk y ropas góticas inspiradas en bandas como The Cure o Joy Division.

La trama arranca cuando Carlos repara un sintetizador de la banda de Rita, y ella en compensación lo lleva junto a Gera a un antro donde ella iba a dar un concierto. En el bar se encuentran con este lugar está lleno de personas que se besan unas con las otras, donde todos bailan música con mucho sintetizador y donde las drogas y las expresiones culturales se llevan como una forma única de vivir.

Gera y Carlos quedan enamorados del lugar y del concepto. A partir de aquí se dedican a escaparse para ir a estos lugares donde son cada vez más conocidos. Carlos conoce a Nico (Mauro Sánchez Navarro) un artista conceptual que le presenta sus obras y que desde que vio a Carlos quedó enamorado de él. Nico se encarga en enrolar a Carlos en este mundo de artistas y góticos, de drogas y sexo, del impresionismo alemán y el dolor mexa.

Pronto nos encontramos con que el mundo al que han sido introducidos también tiene un lado oscuro y es menos extravagante de lo que pareciera desde afuera. Carlos se enfrenta a cambios radicales físicos, mentales y sociales, mientras que Gera lleva una guerra igual de cruenta pero hay sus interiores; él se pierde tanto que la única forma de regresar a sí mismo y reencontrarse en a través de la tragedia.

Esto No es Berlín es una película del despertar o de inocencia perdida; una película que nos lleva de la mano en una historia llena de drogas, arte, contracultura y el descubrimiento sexual, todo aderezado con un sountrack que más que excelente es exquisito. Con bandas como Joy Division, HOFFEN, Meredith Monko EURIDICE. Incluso Manifiesto Dadá, que es una banda conformada por Ximena Romo y otros personajes secundarios, hecha especialmente para la película, donde Hari Sama, les pidió que ensayaran y hasta llegaron a grabar un EP con las canciones que compusieron para la película. Es decir, el director creó una banda y los lazos fraternos que esto lleva, para poder realizar esta película.

Esto No es Berlín es una oda a los recuerdos de su director, a la adolescencia contracultural y al despertar al mundo; una película que retrata un movimiento social y cultural que hemos olvidado pero que sigue presente en Hari Sama, en Manifiesto Dadá, en la música y ahora en el cine y en todos nosotros.

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ACERCA DEL AUTOR

Sergio H. García (Ruiz, Nayarit. 1995) En el pasado dirigió «Viernes Cafetero», un proyecto que busca llevar talleres gratuitos a las cafeterías. Actualmente dirige la revista de difusión cultural «Poetómanos» y es miembro de la banda de rock «Huéspedes». Becario del programa Los Signos en rotación, Festival Interfaz ISSSTE-Cultura Guanajuato 2018, y Segundo lugar en el concurso «Páramo de Sueños». Miembro del Colectivo «Escritores del Bajío» y editor en «Ediciones del Olvido». Escritor de las columna musical «Ecos de habitación» publicada quincenalmente en el Periódico Poético y de la columna mensual de cine «Lenguaje para soñar en la oscuridad», publicada en Revista Alcantarilla de Mazatlán, Sinaloa. Organizador de la primera edición del Festival de Poesía «Antonio Alatorre». Mención honorífica en el concurso de Poesía Erótica y Amorosa del estado de Nayarit. Lo han publicado en antologías como «En la palma de tu mano », «Aurora 7 pm», «Páramo de Sueños», «Esquirlas del Desierto», así como en distintas revistas de distribución nacional como «Los demonios y los días», «Revista Iguales», «Periódico Poético» o «Revista Alcantarilla». Actualmente lleva el taller de poesías «El Oficio de la poesía». Autor de «Que Ninguna tormenta se acerque» (Crisálida Ediciones, 2021).